vendredi 15 septembre 2017

Carriles mayores

Se asientan en el borde de la orilla del mar y esperan a que los barcos tiren las anclas y se claven en el suelo marino. Desorientados, aspiran a la llegada de las barcas, y con ellas hombres, mujeres y niños. Sus hombres, sus mujeres y sus niños. 
Contemplan ensimismados su acercamiento, su retroceso, su aceleración, su ralentizar en olas mansas negras.
Sin perspectiva.
Algunos se quedan de pie, otros se sientan en la arena, otros se acuestan y oyen, otros se comen la arena y las estrellas y la Luna que ilumina, nada. 
Nada ocurre. Esperan.
No llegan.

El primer grito se hace oír, saeta que hiere el silencio, destroza la nada, destroza el ruido de las olas y la desdicha de los que esperan. Ya no hay tristeza, borbotea la rabia como fuente de agua negra y ahoga los pulmones secos de los pocos que quedan. Nada ya, sino estrépito de vidas inacabadas, un pasar indolente en la Tierra. Consideraciones superpuestas de azares.

Algunos ya no respiran. Los ojos secos de comer Luna, estrellas y arena. Los otros callan y el primer grito desaparece. 
Jovialidades tardías de un galimatías.
Aguardo la siguiente llamada.
Nada.
Sólo mar.
Y agua.

S.Twski

lundi 20 mars 2017

El grito a destiempo sugiere demencia cósmica del que escucha

Desde arriba, me observan, mentirosas. Me miran y ellas saben, saben lo que me queda, lo que me falta todavía para verlas y llegar dónde ellas no están. Desmienten mis verdades, me observan, mentirosas. Lo perciben, lo perciben todo, mis miradas, mis pensamientos. Y me destrozan. El hablar se me hace pesado, el escribir, una infinita salvajada. El tiempo se desdobla, vivo de dejà vus, no sé hablar, no sé escribir, no sé dormir, no sé quiénes son, qué quieren, qué hago. No puedo pedir ayuda, no sé cuál es el problema. Consigo dormir abstracciones, pesadillas mugrientas que ensucian el suelo de mi casa. La peste no se va, la peste sigue penetrando mi cuerpo. Soy peste. Pero ellas no tienen olfato, ni concentración de odio, ni reflexión alguna. Me pierdo en sus necedades, arraigada en movimientos primitivos, despojándome del raciocinio humano ya no hay pensamiento ya no hay escritura tildes marcas de ortografia y reglas baratas desaparecen en el flujo continuo del pensar sin razón miran me están mirando no se van desdoblan su presencia engaño demencial que razones que delirios miran siguen mirando juzgan mi pesar de movimientos congelados el frio desaparece el calor ya no emerge de esa fisica que me engloba desaparezco miran airadas los ojos de los traseuntes apuñalados por trozos de luna solar no saben si mueren quemados o estaticos congelados me despojo desaparicion falsa alegoria del pesar dichoso de ellas ellas que siempre son siempre estan siempre ven vida muerte eternidad hasta que ya no quede nada ni su polvo vuele en los restos imposibles del grito humano a destiempo

S.Twski